Citroën (al igual que el resto de las marcas francesas) luchan por ese dualismo entre ser una marca de autos populares o una de autos exclusivos. Por lo general los franceses son eclipsados por los alemanes en el mundo automotriz, y uno de los casos ha sido el Citroën C6.
Este vehículo Premium de gama alta llegó a ser una promesa en su tiempo, su diseño audaz llamaba la atención, así como también por la suspensión hidroactiva que tenía el vehículo, Fue muy galardonado por los consumidores debido a la suavidad que se sentía el andar con el C6 en calles en mal estado.
Sin embargo, por estatus, los consumidores aún seguían prefiriendo los autos alemanes en cuanto a vehículos de alta gama, es por esto que el C6 pasó sin pena y sin gloria. En las calles de Santiago se ha visto este vehículo con patente diplomática (embajada francesa).